Estructura urbana

El casco antiguo de Íllora está construido en torno a las dos edificaciones más emblemáticas del pueblo: el Castillo y la iglesia de la Encarnación. Sus calles, de trazado un tanto irregular y anárquico, son empinadas, curvadas y estrechas, mostrando la adaptación urbana al terreno en base al agrupamiento de las viviendas en torno a los dos núcleos de la población: el militar y el religioso. Para orientar el paseo del caminante enumeramos algunas pistas, aunque el mejor consejo es 'perderse' por las calles de la parte vieja y pasear con ánimo de curiosidad turística y cultural.

 


Las Camaretas, prácticamente adosadas a los escarpes rocosos donde se ubica el castillo de Íllora, en su momento debieron de ser los arrabales de la fortaleza. Su estrecho e irregular trazado, adaptado al terreno, y las casas pequeñas y encaladas nos recuerdan a los barrios populares de las ciudades del Norte de África.



Los Peñascos, donde los afloramientos rocosos se pueden observar con facilidad, con vegetación características de las zonas umbrías, como ombligo de venus y sedum. Es una de las zonas en las que mejor se conserva la arquitectura tradicional junto con las calles de Fuente Apolo y Horno Higueras.
La Calle Real ha sido durante mucho tiempo la calle principal y centro neurálgico del pueblo. En ella se encuentran algunas casas señoriales que destacan por su porte y trazado.
Plaza de San Sebastián, donde se pueden contemplar tanto casas señoriales y como de construcción típica popular.

Cuestezuela es otra calle representativa por su inclinación y curvatura.

Otras calles cuyo nombre comienza por "Cuesta", como pueden ser la Cuesta de las Pilas o la Cuesta del Pilar Alto, son calles muy representativas de Íllora por la elevada inclinación de su trazado.

 
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